En este entorno hostil y con escasos recursos, los autoempleados o emprendedores han decidido ser dueños de su propio destino.
Aquello que impulsa a un emprededor es sentirse autovalorado
y conseguir un cierto reconocimiento social.
Como valores debe prevalecer el dinamismo, la iniciativa, la energia y un fuerte deseo de seguir adelante. En definitiva es un estilo de vida.

La idea de vida y trabajo van unidas en un ejercicio de autorrealización. Donde el emprendedor ejecuta un proyecto personal, que lleva aparejado una ganancia económica, poder, prestigio social,... y siempre dirigido a satisfacer las necesidades de un público.
Fuente: Tesis doctoral "Perfil psicológico del autoempleado", de Mª Luisa Sánchez Almagro.
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