EL CONFLICTO DE TAREA
Los conflictos de tarea son aquellos
desacuerdos que aparecen entre los empleados, en torno a cómo se realizan o
deberían realizarse las tareas.
Este tipo de conflictos surgen cuando hay
diferentes puntos de vista, de ideas u opiniones a cerca de una decisión o
tarea concreta que debe realizarse. Estas discusiones intensas sobre los roles
de tareas, pueden crear incertidumbre, aumentando el tiempo para completar el
trabajo, derivando incluso a trabajar con fines opuestos. Por otro lado, afecta
positivamente a la consecución de los objetivos del grupo y de la organización,
incrementando la calidad y la cantidad de los resultados conseguidos,
aumentando el debate constructivo, desarrollando nuevas ideas, favoreciendo la
cohesión y la aceptación de las decisiones tomadas en grupo. Un conflicto de
tarea moderado estimula al grupo a la discusión de las ideas, ayudando a desempeñarse
mejor. Por otro lado, el conflicto de tarea produce un incremento de la
satisfacción, la cohesión grupal y de los niveles de tensión y estrés laboral.

Los autores Medina, Munduate, Martínez, Dorado y Mañas, ratifican que el conflicto de tarea afecta positivamente a los resultados del grupo y a la organización, incrementa la calidad y la cantidad de los resultados conseguidos, favorece la cohesión y la aceptación afectiva de las decisiones tomadas en grupo. También afecta de forma positiva en el clima laboral, en la innovación, y en la consecución de las metas. Aporta efectos positivos sobre la satisfacción de los trabajadores, cuando el rendimiento y la consecución de objetivos resultan relevantes para el equipo.
EL CONFLICTO RELACIONAL
Este
conflicto, viene a mostrar aquellos desacuerdos e incompatibilidades que surgen
debido a problemas personales no relacionados con el trabajo. Surgen por
diferencias personales en gustos, ideas o valores, y aparece la tensión, la
enemistad y la hostilidad entre sujetos o grupos.
Presenta consecuencias negativas al rendimiento obtenido por
el grupo, a la calidad del servicio y al bienestar de los trabajadores. Produce
reducción en el rendimiento individual y grupal, pérdida de calidad en la toma
de decisiones, reducción del compromiso con la organización, perjudica la
comunicación entre sus miembros, produce insatisfacción laboral, incrementa la tensión
dentro del grupo y deseos de abandonar la organización. El conflicto relacional
es sumamente negativo, ya que puede producir riesgos laborales de origen
psicosocial como el mobbing.
Por
otro lado, los conflictos de relaciones hacen aumentar las fricciones y
hostilidades interpersonales, entre las personas y sus mandos, reduciendo la
comprensión mutua y obstaculizando la realización del trabajo. El conflicto
relacional incluye componentes personales y afectivos como fricción, tensión y
la aversión entre los miembros del grupo.
Según
nos comentan Medina, Munduate, Martínez, Dorado y Mañas, incide negativamente en el rendimiento del
grupo y la satisfacción de sus miembros. Tengamos en cuenta que limita la
habilidad de procesar la información, ya que se emplea más tiempo en resolver
problemas personales, que en resolver los problemas que afectan al propio
trabajo; limita el procesamiento cognitivo de la información, ya que se aumentan
los niveles de tensión y la ansiedad; reduce la habilidad de las personas para
recibir nuevas ideas de los diferentes miembros del grupo al crear un clima de
hostilidad mutua y escalamiento de conflictos; reduce la conducta prosocial y
atenúa las manifestaciones de ayuda mutua. En el conflicto relacional, la
comunicación que se establece no gira en torno a la tarea, sino a temas que
amenazan la identidad personal y los sentimientos de confianza.
La tensión y la
frustración que aparecen, tras la discusión de normas o valores personales, es
muy difícil de reducir, ya que afecta a asuntos fundamentales para la identidad
personal. Cuando los miembros del grupo tienen problemas interpersonales,
manifiestan emociones negativas hacia los oponentes, o se sienten afectados por
los mismos, trabajan de forma menos efectiva y producen resultados de peor
calidad. Por tanto el conflicto relacional afecta negativamente a la
satisfacción en el trabajo, a la calidad de vida laboral e incrementa el deseo
de abandono del mismo. El conflicto relacional deteriora la satisfacción del
empleado y el clima de los equipos de trabajo.
Una buena gestión del conflicto
relacional en el lugar de trabajo tiene una gran importancia para el éxito organizacional,
ya que los trabajadores insatisfechos causan más coste a la compañía que el
sueldo que éstos les pagan. Además estos trabajadores experimentan una
percepción muy negativa de las actividades de la organización.
Resumiendo,
la aparición de incompatibilidades-conflictos entre los miembros de la empresa afecta
en el clima laboral, la eficacia y el rendimiento. Se reduce la ayuda mutua, la
comunicación se deteriora y aumentan las reacciones emocionales negativas como
la ansiedad, irritabilidad, suspicacia y resentimiento. Las relaciones de
cooperación y cordialidad son esenciales para la efectividad organizacional y
para la propia supervivencia de la empresa.

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